Aprender a activar y a nutrir el sistema de autocuidado con una expansión de consciencia interna es esencial para vivir con plenitud, sosiego y paz interior el proceso de acompañamiento a las personas que sufren.

Co-construir, activar y/o estabilizar a la parte adulta constituye, en un altísimo porcentaje de casos, una etapa del proceso terapéutico crucial para hacer un trabajo psicológico profundo, real y reparativo.

Llevar estos aprendizajes de forma diferencial y específica a distintos contextos de acompañamiento y a las distintas necesidades por etapa evolutiva nos eleva a un plano de consciencia y aprendizaje diferente.

Acompañar sintónicamente a una persona en duelo requiere de métodos terapéuticos orientados a la creación de un contexto relacional seguro entre terapeuta y doliente. -Seguridad interpersonal-

Perder a un ser querido es uno de los acontecimientos vitales más duros y difíciles que podemos experimentar. Aproximarnos al dolor y conocerlo en todas sus formas y maneras de manifestarse es uno de los elementos necesarios y fundamentales para acompañar en verdadera sintonía.